Magento es sin duda la plataforma de software libre para e-commerce más completa en la actualidad, pero también es grande en otros aspectos menos deseables, como los recursos hardware necesarios o la curva de aprendizaje que los desarrolladores tienen que recorrer para dominarlo y sacarle el máximo partido. |
Magento tuvo un gran comienzo. Vio la luz allá por 2007 cuando osCommerce acaparaba prácticamente todo el mercado del software de tiendas virtuales.
osCommerce era un software con una larga trayectoria, y tanto desarrolladores como propietarios de tiendas empezaban a ver sus limitaciones, pero Harald Ponce de Leon, el creador de osCommerce, no supo (o no quiso) adaptarse y la evolución de osCommerce se volvió lenta, muy lenta, hasta el punto de necesitar varios años entre las versiones 2.x y 3.x de la plataforma.
Es cierto que había otras plataformas, como ZenCart o Virtuemart, pero la llegada de Magento con sus promesas de gran plataforma para crecer, superó todas las espectativas de la comunidad y en menos de dos años se convirtió en líder mundial, desbancando al todopoderoso osCommerce.
El modelo de Magento, con una versión Community y otra de pago, hizo dudar a algunos, pero pronto tuvieron que claudicar ante la avalancha de radicales fanáticos que promovían la plataforma.
El problema es que la llegada de Magento fue casi paralela a la época al boom del Marketing online y el comercio en Internet, momento que miles de ‘charlatanes’ cargados de razones inventadas, salieron a predicar (y a llenarse los bolsillos) las bondades de Internet y los grandes beneficios que podía reportar a todo el mundo.
La oportunidad era perfecta, una nueva plataforma, Magento, con un diseño espectacular. Una pequeña prueba del software, acudir a un par de charlas de otros charlatanes mas adelantados y a dar tu propio curso o charla sobre las virtudes del nuevo Magento.
El problema era que Magento, por aquel entonces era la fachada de un edificio que aun hoy está a medio construir. Magento era un software para crecer, así rezaba su eslogan, pero era literal, y es que escondía muchas carencias que a primer vistazo pasaban desapercibidas.
El problema es que estas carencias de Magento, junto con la complejidad de la plataforma, hacen que desarrollar con Magento no sea ni sencillo ni barato, y es que mientras con osCommerce, las empresas de desarrollo tenían a unos cuantos becarios con conocimientos básicos de PHP y MySQL haciendo copy-paste de las soluciones que se comentaban en los foros de osCommerce, desarrollar en Magento es muy distinto y se requiere de una muy buena base de PHP, de programación orientada a objetos, del modelo de programación MVC (Modelo Vista-Controlador) y si me apuras, de Zen Framework.
Al ser menor el número de programadores que dominan Magento, su cotización se dispara, y con ello, el coste de los desarrollos y del mantenimiento posterior. Pocos somos los que nos atrevemos con Magento, con el desarrollo de nuevas extensiones y con personalizaciones más allá del diseño. Y es que el problema de fondo es que en España no abundan los buenos programadores.
Ahora, la realidad es que Magento ha sido superada en España por otras plataformas más sencillas, como Prestashop, y que muchas pequeñas y medianas tiendas han quedado atrapadas con una plataforma que no es adecuada para su negocio.
Aun así, personalmente estoy totalmente a favor de Magento como plataforma. Creo que ninguna otra proporciona lo que Magento proporciona, y es que si se realiza un planteamiento adecuado, te da todo lo necesario para gestionar el negocio: tienda, pedidos, facturación, stock, etc. Ninguna otra plataforma puede compararse, pero hay que hacerlo bien, y asumir el coste que conlleva, y esto es algo que sólo pueden afrontar tiendas con un tamaño medio o grande y que apuesten de forma clara y decidida por el comercio online. Si lo que quieres es probar a ver si vendes en Internet, Magento no es adecuado, así de simple.
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